¡A sus pies!

Antes de que se nos acabe el año, y teniendo en cuenta el compromiso que venimos demostrando con nuestra propia historia y con nuestro patrimonio, queremos compartir con nuestros lectores un cumpleaños redondo, nada menos que un centenario. Y es que… 100 años, un siglo exacto, son los que cumple una de nuestras alfombras, en concreto la que podemos ver en el suelo de nuestro salón-biblioteca (Salón La Perla), y que con anterioridad ha estado unos años en la propia recepción.




Estamos ante una alfombra elaborada en la Real Fábrica de Tapices en el año 1918 por los descendientes de don Livinio Stuick, prestigioso tapicero de Amberes que se instaló en Madrid en el siglo XVIII dando continuidad a la Fábrica de Tapices de Santa Bárbara, regentada hasta entonces por su tío.

La alfombra que vemos en el Salón La Perla se trajo desde la Real Fábrica en el mes de septiembre de 2007, quedando desde entonces colocada junto a los ventanales de recepción, y trasladada años después a su actual ubicación. La catalogación que de ella tenemos hecha nos dice que es de forma rectangular, que mide 371 cms x 562 cms, y que presenta una decoración a base de tres rectángulos superpuestos, o concéntricos, con figura ovalada en el centro, esta última bordeada con una orla de rosas. Predominan las volutas y decoraciones vegetales.

Su estado de conservación es bueno; tan solo en algún tramo –comprendido en el rectángulo exterior- se aprecia cierto desgaste que llegó a dejar al descubierto la trama y la urdimbre del tejido; si bien, hay que decir que durante estos años Safwan Almomani, recepcionista jordano y, fiel a su tradición cultural, también diestro restaurador de alfombras, es quien se viene ocupando con mucho mimo de su puesta a punto a base de aguja e hilo.

En uno de los lados largos de la franja perimetral, junto a una de las esquinas se leen las iniciales RFT (de la Real Fábrica de Tapices), y junto a la otra esquina se ve la inscripción: STUIK = MADRID  1918.


Un siglo después de su creación, en su centenario, y con ella a nuestros pies, le entonamos desde las redes sociales nuestro particular “Cumpleaños feliz…”, y que cumpla muchos más.



La mujer de nuestro compañero Safi, Saida, restaurando la alfombra recientemente.