Figuras de ajedrez que cobran vida


Habitación 601- Infanta Isabel

Los monárquicos se dividían en aquellos primeros años del siglo XX entre legitimistas y dinásticos. La infanta Isabel, sabedora de la hostilidad que hacia ella tenían los carlistas (legitimistas) optó en la visita que hizo a Pamplona en julio de 1908 por no aceptar favor alguno de los gobernantes navarros, de mayoría carlista, y es por ello que rechazó la invitación de alojarse en el Palacio de Navarra, ocupando a cambio todo el primer piso del Hotel La Perla.


Pese a ello no le faltaron actos de bienvenida bajo sus balcones. Bandas de música, formaciones militares, comparsa de gigantes..., ¡todo en honor a ella!

Recogen las crónicas que a una señal de la Infanta los gigantes se alzaron para bailar. Y sucedió que..., sucedió que al moverse el gigante que representa al rey de Europa, el caballo que había a su lado –que no se esperaba tal movimiento de la otra figura del ajedrez-, asustado, salió en estampida arrastrando tras él al volcado carruaje de uno de los Grandes de España. ¡Lástima de carruaje!