Conozca las fiestas de San Fermín de forma única

Disfrute de la emoción de la fiesta desde el centro de la ciudad

Habitaciones Históricas

Estancias dedicadas a personajes como Víctor Eusa, Hemingway, Pablo Sarasate, Orson Welles o Manolete

Suite 201 Hemingway

El mejor embajador de las fiestas de San Fermín cuenta con una Suite personalizada que se conserva tal y como él la conoció.

El placer de un buen desayuno servido en mesa

Empezar el día con calma y tranquilidad es un lujo

El Salón La Perla

Podrá descansar y disfrutar de la colección de libros firmados por nuestros huéspedes

¡A sus pies!

Antes de que se nos acabe el año, y teniendo en cuenta el compromiso que venimos demostrando con nuestra propia historia y con nuestro patrimonio, queremos compartir con nuestros lectores un cumpleaños redondo, nada menos que un centenario. Y es que… 100 años, un siglo exacto, son los que cumple una de nuestras alfombras, en concreto la que podemos ver en el suelo de nuestro salón-biblioteca (Salón La Perla), y que con anterioridad ha estado unos años en la propia recepción.




Estamos ante una alfombra elaborada en la Real Fábrica de Tapices en el año 1918 por los descendientes de don Livinio Stuick, prestigioso tapicero de Amberes que se instaló en Madrid en el siglo XVIII dando continuidad a la Fábrica de Tapices de Santa Bárbara, regentada hasta entonces por su tío.

La alfombra que vemos en el Salón La Perla se trajo desde la Real Fábrica en el mes de septiembre de 2007, quedando desde entonces colocada junto a los ventanales de recepción, y trasladada años después a su actual ubicación. La catalogación que de ella tenemos hecha nos dice que es de forma rectangular, que mide 371 cms x 562 cms, y que presenta una decoración a base de tres rectángulos superpuestos, o concéntricos, con figura ovalada en el centro, esta última bordeada con una orla de rosas. Predominan las volutas y decoraciones vegetales.

Su estado de conservación es bueno; tan solo en algún tramo –comprendido en el rectángulo exterior- se aprecia cierto desgaste que llegó a dejar al descubierto la trama y la urdimbre del tejido; si bien, hay que decir que durante estos años Safwan Almomani, recepcionista jordano y, fiel a su tradición cultural, también diestro restaurador de alfombras, es quien se viene ocupando con mucho mimo de su puesta a punto a base de aguja e hilo.

En uno de los lados largos de la franja perimetral, junto a una de las esquinas se leen las iniciales RFT (de la Real Fábrica de Tapices), y junto a la otra esquina se ve la inscripción: STUIK = MADRID  1918.


Un siglo después de su creación, en su centenario, y con ella a nuestros pies, le entonamos desde las redes sociales nuestro particular “Cumpleaños feliz…”, y que cumpla muchos más.



La mujer de nuestro compañero Safi, Saida, restaurando la alfombra recientemente.

Nos visita Carmen Posadas

La escritora Carmen Posadas no cree "ni en lo malísimo ni en lo buenísimo", sino que considera que "todos tenemos un poco de demonios y un poco de ángeles", un rasgo que también define a Beatriz Calanda, la protagonista de su último libro, 'La maestra de títeres'.
Esta novela hace un recorrido por la España de los últimos 60 años de la mano de Beatriz Calanda, una gran dama de la 'jet-set' madrileña, casada en cuatro ocasiones y 'carne' de las revistas de la sociedad, de quien, sin embargo, muy pocos conocen sus orígenes.
La autora participó en el ciclo "Diálogos de Medianoche" que organiza la Fundación Caja Navarra asegura, en una entrevista, que su nueva obra "es una apuesta arriesgada" porque ha tratado de hacer "un fresco de la sociedad" de la manera "más equilibrada posible" y, debido a ese equilibrio, "corres el peligro de no gustar a nadie".
(Texto: Navarra.com)

La escritora en el Salón La Perla
Su visita a Pamplona nos permitió mostrarle el hotel y las estancias más emblemáticas, como la Suite 201 dedicada a Ernest Hemingway, además de conocer el Salón La Perla en el que descansará su nueva novela "La Maestra de Títeres" dedicada especialmente para todos los huéspedes que se alojan con nosotros. 

Y como ya es costumbre en el Gran Hotel La Perla, los personajes más ilustres firman en el Libro de Honor y podemos decir bien orgullosos que una gran escritora como Carmen Posadas ya forma parte de la esencia de nuestro hotel. Sus palabras sí que fueron un gran honor para todo el equipo. ¡Esperamos y deseamos volver a vernos pronto!

Firma en el Libro de Honor



Carmen Posadas en la Suite 201 de Hemingway (Foto: @carmenposadasescritora IG)

Feliz Día de la música

La música nunca ha dejado de sonar, o al menos nunca ha dejado de estar representada, en esta esquina de la Plaza del Castillo desde el siglo XIX hasta la actualidad. Podríamos decir, sin errar un ápice, que el Gran Hotel La Perla está plenamente comprometido con la música; ha sido la propia historia quien le ha comprometido, y es hoy la propia convicción del hotel quien se suma a ese compromiso que la historia le ha asignado.


Un balcón se abre en el segundo piso, y sale un violinista a dar su particular concierto. Esta escena la hemos visto numerosas veces; se ha visto en el siglo XIX, se ha visto en el siglo XX, y se está viendo en el siglo XXI. Una veces de forma organizada, otras de forma espontánea; y siempre usando esa música como homenaje. No es casual. Es un balcón que, como el piano que se conserva en el hotel, une tres siglos de historia musical.

Detrás de todos y cada uno de los músicos que ha pasado por La Perla, detrás de cada uno de estos cantantes, detrás de cada uno de ellos hay una historia. Se entremezclan aquí, desde 1881 hasta la actualidad: violinistas, cantaores de flamenco, pianistas, compositores de música orquestal, legendarios rockeros, virtuosos tenores... ¡de todo!, y precisamente en ello está la grandeza de la historia musical que hoy atesora el Gran Hotel La Perla.

No fue hasta el último cuarto del siglo XX cuando hubo alguien que se preocupó de ir recogiendo toda esta historia, de darle forma, de documentarla. Y esto se traduce en que la historia musical de los últimos años del hotel está muy documentada, mientras que toda la anterior carece del detalle y minuciosidad que nos hubiese gustado. En cualquier caso estamos ante una historia extraordinariamente rica, de la que aquí, de forma resumida, hacemos un esbozo; plasmamos unos trazos, lo suficientemente nítidos como para permitir a cualquiera tomar conciencia de la dimensión patrimonial que tiene el Gran Hotel La Perla merced a ese contrato matrimonial que firmó con el mundo de la música en aquél lejano año de 1881.

Entiéndase, por tanto, que la historia musical de La Perla es mucho más rica que la que aquí brevemente mostramos. Nuestro problema es que buena parte de ella la desconocemos. De los siglos XIX y XX lo que aquí se muestra es lo que buenamente se ha podido salvaguardar gracias a la memoria de algunas personas mayores que hemos podido entrevistar, y gracias también a las hemerotecas, es decir, a aquellos periódicos locales que esporádicamente en sus crónicas y en sus “ecos de sociedad” hacían alusión al lugar de alojamiento de músicos y cantantes.
Esta es la historia de La Perla... musical.


Siglo XIX


Desde un punto de vista afectivo, ligado además a una estrecha relación, el personaje musical más estrechamente ligado al hotel es el violinista Pablo Sarasate (1844-1908), que en su especialidad llegó a ser el número uno a nivel internacional. Desde 1886 hasta 1908 acudió siempre a este establecimiento durante las fiestas de San Fermín; se contaban por miles los pamploneses y los navarros que acudían a la estación de tren a recibirle, y desde allí la multitud le acompañaba hasta el Hotel La Perla. Y él, agradecido, desde el balcón de su habitación obsequiaba y correspondía a sus paisanos con un concierto de violín. Y fue, precisamente en esa habitación, donde la ciudad, a través de su alcalde, le hizo entrega el 6 de julio de 1902 del título de Hijo Predilecto de Pamplona.

Don Pablo Sarasate asomado al balcón de su habitación en el hotel
De la mano de don Pablo se alojaron en el hotel otras figuras de la música; es el caso del pianista (y secretario suyo) Otto Golschmidt, de Emilio Arrieta (Director del Conservatorio Nacional de Música), de Ruperto Chapí (compositor), de Manuel Pérez (Director de la Orquesta del Teatro Real), y los compositores y pianistas navarros Dámaso Zabalza, Joaquín Larregla, y Felipe Gorriti.

Además del ya mencionado violinista Pablo Sarasate, el hotel ha contado con otros clientes de renombre que han llegado a hacer de este establecimiento su casa. De entre todos ellos brilla con luz propia el tenor Julián Gayarre, que ya en 1876 se había consagrado en la Scala de Milán como el mejor tenor del mundo. Antes de su fallecimiento en 1890 este tenor navarro estuvo presente en el hotel al menos en dos ocasiones tal y como lo reflejan los medios de comunicación de la época, concretamente en agosto de 1884 y en julio de 1886. En la primera de las estancias, que corresponde con el 2 de agosto de 1884, Gayarre estuvo tan sólo unas horas en Pamplona, y ese tiempo lo pasó en La Perla, en donde entre tren y tren, el tenor aprovechó para almorzar y descansar. Esta breve estancia no hubiese tenido nada de particular sino hubiese sido porque algunos periódicos franceses interpretaron de ella una supuesta boda entre Julián Gayarre y la hija del alcalde de Roncal, rumor que resultó ser falso, pero que durante todo el mes de agosto de ese año dio mucho que hablar.

Sin salirse del siglo XIX conocemos en 1883 la presencia, el 3 de septiembre, del reconocido pianista Rafael Cebreros, muy destacada en los medios de comunicación, y muy esperada su actuación por el público pamplonés. Unos meses después, el 20 de noviembre de ese mismo año, la prensa local se hace eco de la presencia en la Fonda La Perla de “la famosa cantante, de fama internacional, Madlle. Valfort”.


Siglo XX

En las fiestas de San Fermín de 1916 se alojaban en La Perla los responsables de la Banda Municipal de Madrid (los músicos se alojaron en el Seminario de Pamplona), incluidos algunos concejales del Ayuntamiento de Madrid. Esta banda de música ofreció ese año tres conciertos en la Plaza de Toros durante las fiestas.

En 1918, invitado por el Ayuntamiento de Pamplona, se aloja en el hotel el afamado compositor y organista Jesús GuridiEnrique Fernández Rabos, director de la Orquesta Sinfónica de Madrid, nos visitaba en las fiestas de 1919, en donde ofreció tres conciertos matinales en el Teatro Gayarre los días 8,9 y10 de julio.

El 29 de septiembre de 1932 se alojaba en la habitación no 65 la popular cupletista Raquel Meller, admirada a nivel internacional, que era la que cantaba la versión original de “La Violetera”. La apertura en Pamplona del Conservatorio de Música “Pablo Sarasate” hace que durante los años cincuenta y sesenta sea una asidua habitual del hotel la popular pianista Pilar Bayona, de Zaragoza, que impartió clases en este centro de formación musical, e incluso dio algunos conciertos en Pamplona, como el que dio el 4 de septiembre de 1957 con motivo de la inauguración en el Museo de Navarra del Cursillo de Verano de Música; o la del afamado pianista polaco Stanislao Niedzielski, que visitó las habitaciones de La Perla el 27 de octubre de 1949.

El director de cine Domingo Viladomat rodó en el año 1958 la película Gayarre, que recogía en celuloide por segunda vez la vida artística del tenor roncalés Julián Gayarre. La banda sonora de la película correspondió a Salvador Ruiz de Luna, compositor y autor de decenas de bandas sonoras de películas españolas, a quien desde el año 1952 vimos alojarse varias veces en el Hotel La Perla. No fue este el único compositor musical que se ha alojado en el hotel; allí está el caso del navarro Federico Moreno Torroba, quien se alojó en este establecimiento hotelero pamplonés en repetidas ocasiones.

Años más tarde de aquella película sobre Gayarre, en octubre de 1985, el director de cine José María Forqué rodaba en Pamplona varias secuencias de su nueva película Romanza final, dedicada también al tenor Julián Gayarre. El rodaje de esta película permitió ver en los salones del hotel a personajes como José Carreras, tenor que encarnaba a Gayarre, o a la actriz Sydney Rome, entre otros muchos. A José Carreras se le llegó a ver en el hall del hotel entonar alguna romanza, igual que años atrás hiciese Marcos Redondo.

Pero por La Perla ha acogido también a un extenso muestrario de cantantes de todo tipo. Las entrevistas realizadas a antiguos trabajadores del hotel nos permiten conocer historias y anécdotas de personajes como Lola Flores (acompañada en muchas ocasiones por Manolo Caracol), Antonio Machín, Carlos Megía Godoy y los de Palacagüina, Diego “el Cigala”, o los miembros del Dúo Dinámico, por poner algunos ejemplos significativos. La propia Lola Flores hace unos años no tenía reparo en contar en un programa de televisión alguna anécdota amorosa que le tocó vivir en el Hotel La Perla, en Pamplona, con cierto jugador de fútbol. Todavía algunas antiguas empleadas y empleados del hotel recuerdan a la Faraona sentada durante horas, haciendo punto, acompañando a Manolo Caracol en uno de los comedores mientras este dejaba pasar la noche jugando a cartas; en otras ocasiones exteriorizaba su genio y se retiraba a dormir maldiciendo la afición que Caracol tenía por el juego.


Siglo XXI

El siglo XXI trae consigo dentro del Gran Hotel La Perla una nueva etapa en la que este establecimiento se preocupa y se ocupa de ir recogiendo y documentando su propia historia. Gracias a esto conocemos con mucho más detalle las fechas, las habitaciones, las actuaciones... de cada uno de los personajes del mundo musical que se alojan en las estancias del hotel; muy especialmente tras la reforma de 2007.

Año 2010 – Raphael firmando en el Libro de Honor
en la recepción del hotel
Así pues, en lo que llevamos de siglo, han pasado por el hotel cantantes como Joaquín Sabina (2008, 2009, y 2010), Luis Eduardo Aute (2008), Gary Moore (2009), Ana Belén (2009 y 2014), Jorge Drexler (2010), José Luis Figuereo “El Barrio” (2010 y 2015), Raphael (2010), Les Luthiers (2010 y 2014), Pimpinela (2011), Robert Plant (2012), Julio Iglesias (2012), Jesse Quin & Richard Hugues (Keane) (2012), Coque Malla (2013), Sabrina (2014), David Hasselhoff (2014), Alexandra Apostoleanu “Inna” (2014), Samantha Fox (2014), Loquillo (2015), Pet Shop Boys (2015)

Año 2012 – El cantante Robert Plant, del grupo Led Zeppelin,
firmando en el Libro de Honor del hotel
Si nos ceñimos exclusivamente al mundo de la ópera, nos encontramos con que las habitaciones del hotel han alojado a Teresa Berganza (2007), Roberto Alagna (2008), Juan Diego Florez (2008), Cecilia Bártoli (2010 y 2015), Joseph Calleja (2013), Celso Albelo (2013), Virginia Wagner (2013), Carlos Álvarez (2013), Julia Lezhneva (2014), Auxiliadora Toledano (2014), Carlos Coslas (2014), Luis Cansino (2014), Christophe Dumaux (2014), Nathalie Dessay (2014).

Hemos visto en este siglo alojados en el hotel a importantes directores de orquesta, como Marek Janowski (2008), David Giménez Carreras (2008), Christopher Franklin (2008), Valery Gergiev (2009 y 2015), Carl Davis (2010), Antoni Piotr Wit (2010), Antoni Ros Marbá (2010), Semyon Bichkov (2011), Pinchas Zukerman (2011), Inma Shara (2011), Daniele Gatti (2012), Gerd Albrecht (2012), William Lacey (2012), Zubin Mehta (2012), Frederic Chaslim (2013), Jesús López-Cobos (2013), Tugan Sokhiev (2014), Miguel Ortega (2014), Emmanuelle Haim (2014).

Incluso a compositores de música orquestal, como Sebastián Currier (2015).Y tampoco han faltado instrumentistas. Es el caso de los pianistas Gonzalo Rubalcaba (2008), Michel Camilo (2008), Lang-Lang (2010), Paul Lewis (2010), María Joao Pires (2011) Katia y Mariette Labeque (2014), Alexei Volodin (2014), Alexander Torazde (2015); clarinetistas como Woddy Allen (2009); violinistas como Leticia Muñoz Moreno (2008), Eduard Wulfson (2011), Joseph Gold (2012), Ashot Tigranyant (2013), Joshua Bell (2013), David Kim (2015), Roman Simovic (2015), Julian Rachlin (2015); y violonchelistas como Sonia Wieder (2013).

Año 2012 – Julio Iglesias y sus acompañantes 


La última batuta

HABITACIÓN 102

Para quien tenga curiosidad por saberlo sépase que una de las zarzuelas más populares que hay en España es Luisa Fernanda, obra del maestro compositor Federico Moreno Torroba. Esta conocida zarzuela, a día de hoy, ha sobrepasado con creces las diez mil representaciones musicales.



Se estrenó en 1932, cuando el compositor contaba con 41 años de edad. Federico Moreno Torroba, don Federico para todos, acudió ese mismo año al estreno que se hizo en Pamplona. Su estancia, durante dos semanas, fue en La Perla, el hotel de los músicos. No era la primera vez que venía, ni tampoco fue la última.

Hoy La Perla sigue respirando música por sus cuatro costados. La memoria de don Federico ha quedado preservada en esta habitación. Allí, en ese panel que nos sitúa en su época, vemos el registro de su entrada en el libro de viajeros de 1932. En una vitrina las partituras originales de la zarzuela “Sor Navarra”, obra suya, sorprenden al visitante. Y sobre ella..., sobre ella descansa la batuta de Federico Moreno Torroba, su última batuta, a la espera –inútil espera- de que aquella mano sabia vuelva a acariciar su empuñadura. In memoriam.