Conozca las fiestas de San Fermín de forma única

Disfrute de la emoción de la fiesta desde el centro de la ciudad

Habitaciones Históricas

Estancias dedicadas a personajes como Víctor Eusa, Hemingway, Pablo Sarasate, Orson Welles o Manolete

Suite 201 Hemingway

El mejor embajador de las fiestas de San Fermín cuenta con una Suite personalizada que se conserva tal y como él la conoció.

El placer de un buen desayuno servido en mesa

Empezar el día con calma y tranquilidad es un lujo

El Salón La Perla

Podrá descansar y disfrutar de la colección de libros firmados por nuestros huéspedes

Nos visitan más de 30 coches clásicos

Este sábado pudimos disfrutar de la llegada a la Plaza del Castillo de más de 30 coches clásicos al hotel y muchos fueron los que se acercaron hasta allí para fotografiarlos y los más pequeños incluso pudieron subirse en ellos gracias a la amabilidad de sus dueños.

El grupo de coches recorren juntos España con la agencia Tour on Wheels coast to coast y no tenemos dudas de que tendrán un viaje único. ¡Gracias por elegirnos y hacer una parada en Pamplona!

Foto cedida por "Alejandro FTP"























40ª edición de la Feria Del Libro Antiguo y de Ocasión

La Plaza del Castillo acogerá del 16 de septiembre al 1 de octubre la 40ª edición de la Feria Del Libro Antiguo y de Ocasión, organizada por las librerías Iratxe y El Bibliófilo de la capital navarra.


El horario será de 11 a 14 horas y de 17 a 21 horas, pudiéndose alargar los sábados y domingos. La Plaza del Castillo volverá a acoger, después de 4 años, tres pabellones donde 14 libreros ofrecerán sus libros de viejo, antiguos, usados, agotados, de ocasión y facsímiles.
Se podrán encontrar artículos desde 3 y 5 euros hasta primeras ediciones de miles de euros. Rarezas, libros de cabecera, clásicos o novelas de otra época son algunos de los tipos de libros que podrá adquirir el público.
Este 2023 participan las librerías Iratxe, Libros con Historia, Amoxtli Libros con Arte, El Bibliófilo, Editorial Mintzoa, Librería Maxtor, Librería Sardá, Ortiz Marcos Libros Antiguos, Madrid Books, Lorca Libros, Eurolibro Bilbao, El Velo de Isis, Caracuel Libro y Guerrero y Argote.

Un abanico muy especial

Javier Moreno nos ha regalado este precioso abanico inspirado en el traje que lució Morante el 7 de julio de 2022 en el centenario de la Plaza de toros de #Pamplona y que tenemos expuesto en el hall del hotel. 





Y hoy hemos tenido la grata sorpresa de recibir en el hotel a la creadora del abanico, Carmina Santos, que se mostraba contenta y orgullosa de verlo junto al traje de luces del maestro.



Al fin dentro de La Perla






"Cuando éramos niños, comíamos helados en la Plaza del Castillo. Era verano. Luego, en invierno, tomábamos fritos de jamón y queso en las sillas metálicas de sus terrazas. Si llovía, corríamos a refugiarnos en los porches. Había un trozo de porche especial. El porche de la esquina, el del hotel La Perla, donde sin saber muy bien por qué, corríamos más despacio.

Asomábamos la cabeza desde fuera, cuando algún viajero de esos que hablaban idiomas que nunca habíamos oído cruzaba la puerta automática y nos descubría el interior. Había en La Perla un busto de Hemingway que nos miraba. Una especie de apóstol con barba blanca del que sabíamos muy poco. Apenas un par de cosas: que bebía y escribía.


Los niños de Pamplona miran a La Perla porque ahí está el mundo. Todo lo que algún día descubrirán, ¡todo lo que les costará una vida descubrir!, está aparentemente al alcance de la mano; al otro lado del porche. Las lenguas, las lámparas, los trajes, las alfombras, los hombres misteriosos, las mujeres misteriosas.


Esa era la vista desde nuestros pantalones cortos. Parecía que lo podíamos tocar, pero nos quedábamos fuera porque hasta un niño sabe que en un hotel no se juega, que un hotel no se incendia. Lo aprendimos por la vía del asombro: aquello era para mirar, no para alborotar.


Nos fuimos haciendo mayores. Viajamos de las mañanas en los porches a las noches en los porches. Con la copa en la mano, supimos que en La Perla habían dormido los autores de las historias que nos acababan de sumergir en la cultura: Mario Vargas LlosaWoody AllenOrson WellesCharles Chaplin. También los reyes, a quienes se odia o se ama con visceralidad.

¿Cómo era posible? ¿Qué ocurría allí dentro? Teníamos veinte años. Mirábamos de otra manera, mirábamos a veces ebrios, con ojos alucinados. Ya no éramos inocentes. Nos acercábamos al porche. Los hombres misteriosos, las mujeres misteriosas, se adentraban en la luz amarilla del hotel recién salidos de la oscuridad. El sonido de la puerta automática y después... nada.

A los niños de Pamplona nos pasa con La Perla. A los de San Sebastián, con el María Cristina. A los de Madrid, con el Palace. A los de Barcelona, con el Oriente. Y es injusto. Los hoteles, como las embajadas, son las aguas internacionales de nuestras ciudades. Los lugares más intrépidos, los más enigmáticos, cuyos habitantes jamás han visto.

Los hoteles nos atraen porque sus inquilinos están viviendo un capítulo de excepcionalidad. Están haciendo algo que puede que nunca más hagan. Son seres humanos en un remolino de hechos infrecuentes. La Perla era para nosotros como un libro, como una película, como un cómic. Y queríamos ver.

Cabe hacer una locura y dejar nuestras casas para ir a los hoteles de nuestras ciudades a dormir, pero la racionalidad y nuestra educación judeocristiana nos lo impiden. En Madrid o Barcelona, existe un segundo camino para visitarlos: tener amante. Pero es imposible tener amante en Pamplona.

Uno de los mayores privilegios de escribir en un periódico es el salvoconducto para escudriñar los lugares prohibidos a la mayoría; los lugares extremos: los hoteles, las cárceles, el Palacio Real, el Congreso, la Zarzuela, la Audiencia Nacional, la casa del crimen. Hay gente entrando diariamente a estos lugares, cada uno al suyo; pero sólo los periodistas podemos entrar sin levantar sospechas a todos y cada uno de ellos.

Tuve que empezar a escribir para conocer La Perla. Fue un día de San Fermín. Había quedado con John Hemingway para hacerle una entrevista, el nieto de aquel hombre de barba blanca que tanto nos había mirado desde el busto de la entrada. Pedí permiso a Rafael Moreno, el director del hotel, cuarta generación de propietarios.


Rafael, como Hemingway, estaba allí. Lo veía desde el porche. Es un hombre que siempre ha tenido el mismo aspecto que ahora. Las camisas de vivos colores, el bigote blanco peinado como Dalí –aunque mucho más frondoso–, el pelo engominado hacia atrás. No hay gente tan elegante en Pamplona, pero él estaba dentro del hotel. Formaba parte del estado de excepción.


Me impactó cuando lo conocí. Esa sensación de permanencia, de raíces en un sitio, como si se tratara de uno de esos seres sólo posibles en las películas de ciencia ficción, que pierden la vida y su corporeidad cuando se alejan de determinado lugar. Sólo he visto a Rafael en la puerta del hotel y en el Café Iruña, al que se puede llegar sin salir del porche. El otro día lo entendí todo: Rafael Moreno nació dentro de La Perla. Y no me atreví a preguntarle si morirá en el mismo sitio, aunque lo di por hecho.

Concedido el permiso, sin haber leído todavía la entrevista, Rafael añadió: "Oye, si un día quieres ver el hotel, no tienes más que pedírmelo". Le contesté: "¿Estás seguro? Te voy a llamar de verdad, ¿eh?". Pasados los años, la semana pasada me decidí a gastar ese cartucho. "Rafael, estoy en Pamplona. ¿Me enseñas el hotel?".

Con barba, con un metro más de altura, ¡con alguna cana incluso!, crucé al fin la puerta automática. Los recepcionistas, tan elegantes, sonreían; Hemingway era un amigo y no daba miedo pisar las alfombras.

Ocurre algo extraordinario en La Perla. Es algo mágico, más propio de la corte de los milagros de Valle-Inclán que de lo real. La familia propietaria ha ido salvando del tiempo las mesas, los letreros y los butacones. Incluso ha recuperado de lugares insospechados las vértebras del hotel que desaparecieron en el mar de los siglos. Porque este hotel, que fue "grand hotel" hasta que el franquismo prohibió los nombres afrancesados, nació en 1881.

Estaba la central telefónica, con conexión a todos los países del mundo. Los relojes viejos en hilera, cada uno con la hora de su confín. Nos topamos, antes de subir en el ascensor actual, con el ascensor de madera vieja, que subía con gente pero bajaba vacío. El mismo donde un Rafael niño explicaba a los huéspedes que la caída, de producirse, sería a una bodega preciosa. El mismo donde un sueco metió a seis señoras a la vez para darles "clases de vuelo".

Desde el piso dedicado a los reyes, nos asomamos por la ventana a un patio interior. Se aparecieron las casas tal cual eran hace más de cien años. Porque aquello había sido una calle, un callejón, el callejón de la sal, que comunicaba la Estafeta con la Plaza del Castillo.

Luego miramos al cielo, asomados a izquierda y derecha. Encontramos una vista sólo posible desde aquí y desde muy pocos edificios más de la ciudad. A un lado, esas "torres toscanas" de la iglesia de San Cernin que fascinaron a Eugenio d'Ors. Al otro, la catedral, con su rosetón y sus arbotantes en caída libre hacia la ciudad.

Luego fuimos pasando por las habitaciones. Sólo por las que estaban vacías; Rafael fue muy amable conmigo, pero para él los huéspedes siempre son lo primero. Hay tras cada puerta algo especial. El lujo cinco estrellas se repite, pero las vitrinas, los cuadros, las paredes... Todo está poblado de objetos tocados o poseídos antes por quienes dan nombre al dormitorio: el propio Hemingway, Pablo Sarasate, Juan Belmonte, Muñoz Seca, Orson Welles, Manolete.

Acabamos la visita en la biblioteca, en el piso de abajo. Enmoquetada, con un piano precioso de hace cientos de años, con las partituras abiertas del XIX, como si la música no hubiera dejado de sonar desde entonces.

Al fondo, una vitrina enorme, acristalada. Ahí estaba el secreto, aquello que los niños de Pamplona buscábamos sin saberlo desde el porche: cientos de libros escritos por los autores más leídos de nuestro tiempo, firmados con una evocación sobre su paso por el hotel.

Era sábado. Salí a la plaza, a mi lugar natural. Había visto mi Pamplona, la de siempre, ¡pero con muchísimos ojos! La ciudad... ya no era la misma."


Artículo publicado por Daniel Ramírez en El Español

 


600 años del Privilegio de la Unión

PRIVILEGIO DE LA UNIÓN

1423 - 2023

El pasado 8 de septiembre Pamplona y todos sus ciudadanos celebramos los 600 años de nuestra ciudad marcada por un hecho histórico: la unión de los tres burgos (Navarrería, San Cernín y San Nicolás) tras más de tres siglos de conflictos entre ellos, gracias a la carta fundacional otorgada por Carlos III el Noble el 8 de septiembre de 1423.

Del 1 al 10 de septiembre han tenido lugar más de 100 actividades distribuidas en tres ejes principales: el estudio científico y la divulgación, la creación artística y la recreación histórica de este acontecimiento y de su contexto.

Conciertos de música de la Pamplonesa, bailes de los Giganntes y Cabezudos, espectáculos, talleres, visitas guiadas y conferencias a la que se sumó la visita institucional de los Reyes de España y el espectáculo de drones en la explanada de la estación de autobuses.




En el Gran Hotel La Perla hemos vivido y disfrutado de todos estos actos con gran alegría y podemos decir muy orgullosos que hemos sido testigos del V y del VI centenario de este hito histórico que hizo de PAMPLONA un solo CUERPO y una sola CIUDAD.





Además, Pamplona acoge en la plaza del Castillo un conjunto escultórico, "1423", obra de Borja Barrajón, que queda como recuerdo del 600 aniversario del Privilegio de la Unión.


Consultar Programa Privilegio de la Unión

Ver galería imágenes de D. Noticias del Día del Privilegio de la Unión

Flamenco on Fire 2023


Del 24 al 27 de agosto volveremos a disfrutar del flamenco en nuestros balcones. Abriremos nuestras puertas al arte flamenco interpretado por cantaores y guitarristas como Potito, José del Tomate, La Kaíta, Juan Vargas, Segundo Falcón, Fernanda Peña y Rycardo Moreno. ¡Un placer disponible para cualquiera que quiera detenerse y escuchar! 




San Fermín 2023

Cada año San Fermín es diferente y en gran medida por la gente que decide venir a disfrutar de las fiestas con nosotros que son quienes realmente hacen de estos días algo especial. Vivimos junto a ellos grandes momentos, difíciles de resumir pero aquí les dejamos una selección de algunos que quedarán en nuestra memoria y recuerdo hasta el año que viene. ¡Gracias de corazón a todos!


Un chupinazo lleno de emoción en la Plaza del Castillo


Este año se cumplía el centenario de la primera visita del Premio Nobel Ernest Hemingway a nuestras fiestas y con tal motivo decidimos hacer algo diferente y convertirnos así en el primer hotel que ha creado una colección digital (NFT) por San Fermín que ha consistido en adquirir tres diseños exclusivos del artista Mikel Urmeneta además de poder disfrutar de la experiencia de alojarse en la suite de Hemingway en una fecha tan señalada. 

¿En qué ha consistido este NFT?

La habitación de Hemingway en el Gran Hotel La Perla: Escuchar en cadena ser

Rafael Moreno en el programa "Ahora o nunca" de Rtve (Min 20:50)

Morante y Rafael Moreno junto a la vitrina en la que exponemos el gran regalo que nos hizo el año pasado el maestro, y que lució con motivo del centenario de la Plaza de Toros de Pamplona. Un vestido de luces muy especial al que le tenemos un enorme cariño.








Los mejores desayunos sanfermineros:

Los emocionantes encierros que viven cada día desde los balcones de la C/Estafeta nuestros huéspedes:



Foto: Mª Jesús Albarrán desde la segunda planta del hotel

Baile de los Gigantes y Cabezudos frente al hotel que nos dedican cada día 12 en las fiestas:


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El arte de Alfonso Rey que nos ha acompañado estos días en distintos rincones del hotel:


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La dedicatoria del presidente de Osasuna, Luis Sabalza, en el libro del centenario de Osasuna:

“Al hotel La Perla de Pamplona, un símbolo de Pamplona, como Osasuna lo es de todo Navarra. Para que el osasunismo que el hotel respira dure otros 100 años más como el club. Un abrazo, Luis” 



Los futbolistas David García y Nacho Fernández han firmado en nuestro libro de honor:





Nuestros huéspedes felices y agradecidos de poder disfrutar de las mejores fiestas del mundo:


Y si con algo nos quedamos de las noches además del buen ambiente y la música.. son los increíbles fuegos artificiales:


Foto: Iban Aguinaga /noticias de Navarra


¡El año que viene prometemos más y mejor! Hasta San Fermín 2024 







¡Gracias y hasta siempre, Fernando!

El 27 de junio nos enteramos de la triste noticia del fallecimiento de D. Federico Moreno-Torroba Larregla, hijo de D. Federico Moreno-Torroba al que tenemos dedicada la habitación nº 102. Sentimos enormemente su pérdida porque tuvimos gran relación con la familia y le estamos muy agradecidos por su inmensa generosidad con el hotel y su aportación al enriquecimiento de nuestra historia a través de la importante y simbólica donación al hotel el 20 de noviembre de 2007 de la última batuta que utilizó y la que usó durante los últimos once años de su trayectoria profesional.

Tanto la  partitura original de la zarzuela "Sor Navarra" como la batuta son dos de los objetos históricos que conservamos en la habitación histórica 102, dedicada al compositor D. Federico MorenoTorroba(1891-1982) y que su hijo nos donó con motivo de la creación de una habitación personalizada que dedicaríamos al compositor como homenaje por su aportación a la música.

La batuta fue una pieza fabricada por la casa Harron, con un tamaño de 41 cm de largo (6,6 cm empuñadura) y con un grosor de 1,6 cm. La importancia de la batuta para un director de orquesta es máxima, sin ella sería imposible dirigir de forma adecuada una obra. Para ellos es un instrumento indispensable que supone la extensión especializada de su brazo. 

Además, en la vitrina expuesta en la habitación, los huéspedes que se alojan en esta habitación histórica, encontrarán una partitura original de la zarzuela "Sor Navarra" compuesta en 1932 por D. Federico Moreno Torroba y una fotografía suya.

Siempre te recordaremos Fernando, por tu gran generosidad y cariño con nosotros. ¡Hasta siempre!









Nuevas firmas en el Libro de Honor

El director, productor, guionista y diseñador de escenografías cinematográficas, Santiago Lorenzo Jiménez, conocido en los últimos años por su faceta como escritor, vino a Pamplona y nos dejó en la biblioteca su última novela "Tostonazo" dedicada:





"Aquí Santiago Lorenzo encantado con este hotel, que parece una casa en lo familiar y un palacio real en todo lo demás. Ojalá volver pronto, que estar aquí es como, no sé, como otra cosa. 28 abril 23. Santiago Lorenzo"



Y el embajador de la republica checa Ivan Jancarek firmó en nuestro libro de Honor y nos dedicó estas palabras: 

"Muchas gracias por ser acogidos en el hotel mejor de Pamplona con mucho ánimo y hospitalidad. Este hotel acoge mucha historia que refleja la historia de Navarra y de la ciudad.El trato que hemos recibido fue espectacular y nosotros vamos a volver con muchas ganas.

Gracias por la acogida.

Un saludo fuerte, Ivan Jancarek. Embajador de la República Checa en España"