Fotografía de la estatua de Pablo Sarasate en la Media Luna-Pamplona. Foto: blog "Pamplona me gusta"
Hijo predilecto de la ciudad de Pamplona
Un reconocimiento que Pamplona otorga a personas que han contribuido al desarrollo de la sociedad navarra a través de sus cualidades o méritos. 18 son las personas que mantienen este título y el violinista Pablo Sarasate, el primero. Hoy os queremos contar cómo y cuándo se le otorgó el título y de qué forma ese primer reconocimiento se sigue conservando y transmitiendo con el paso del tiempo a través de una interesante ruta por la ciudad de Pamplona.
En el pleno municipal que el consistorio pamplonés celebró el 10 de febrero de 1900, el señor Utray –concejal-, presentó la siguiente propuesta:
“El concejal que suscribe tiene el honor de proponer al Excmo. Ayuntamiento se sirva acordar el nombramiento de Hijo Predilecto de Pamplona al eminente artista Excmo. Sr. Don Pablo Sarasate y Navascués”.
Don Pablo Sarasate saliendo del Hotel La Perla
El Ayuntamiento, recogiendo el sentir popular de la ciudad aprobó por unanimidad la moción presentada por el señor Utray; y así se lo hizo saber al galardonado enviándole el siguiente telegrama:
“Pablo Sarasate, Plaza Malesherbes 5 principal. París.
Con motivo creación Museo Sarasate, y cumpliendo deseos anteriores, este Ayuntamiento en sesión celebrada hoy, ha acordado por unanimidad declarar a V.E. Hijo Predilecto de Pamplona.
Tengo gran satisfacción de comunicarlo a V.E.
El Alcalde accidental, Lazcano”.
Sin embargo el incidente periodístico reseñado anteriormente impidió ese año la preparación del acto de entrega de este título. Tuvo que ser dos años más tarde, en julio de 1902.
El esperado momento, debidamente anunciado en el programa de fiestas, tuvo lugar en la tarde del día 6 cuando el Ayuntamiento, después de asistir a las vísperas, se dirigió al Hotel La Perla en donde se hospedaba Sarasate para proceder a la entrega solemne del pergamino que acreditaba a don Pablo como Hijo Predilecto de su ciudad natal.
Título de Hijo Predilecto de Pamplona
La corporación hizo su entrada en el edificio a las siete menos cuarto de la tarde, quedando en el exterior –como es lógico- la banda de música y la comparsa de gigantes y cabezudos. En la misma recepción del hotel esperaba Sarasate, acompañado de su familia y de sus amigos, a los mandatarios de la villa. Tras el saludo y las presentaciones la comitiva se acomodó en uno de los salones dando comienzo a la ceremonia.
Primero fue el discurso del Alcalde, señor Viñas, quien rememoró su participación años atrás en el acto de colocación de una lápida conmemorativa en la casa natal del violinista. Tuvo palabras emotivas y sinceras, “salidas del alma” dijo él, acabando su discurso con la solemnidad que el momento requería: “Por eso, en nombre del pueblo de Pamplona, tengo el alto honor de entregarle este pergamino al Hijo Predilecto de esta ciudad, de la que era ya hace mucho tiempo, no hijo querido, sino hijo idolatrado”.
Respondió brevemente Sarasate, profundamente emocionado, agradeciendo tal galardón y dando las gracias a la ciudad: “me enorgullezco, pues, de pertenecer a la noble raza navarra, y solo quisiera mostrarme digno del tributo tan altamente honroso y glorioso de ser hijo predilecto de Pamplona, que toda mi vida ostentaré con entusiasmo, pues quiero que brille en mi escudo el preciado dictado de pamplonés, navarro y español”.
Seguidamente se hizo entrega del pergamino, obra del pintor Manuel Salví.
Fue obligada la presencia de Sarasate y de las autoridades en los balcones de La Perla, siendo aclamado el primero, que estaba escoltado por dos maceros, por algo más de 6.000 personas. Desde esa atalaya don Pablo pudo escuchar a la Orquesta Santa Cecilia y al Orfeón Pamplonés interpretar conjuntamente el Himno a Sarasate, compuesto por el maestro Villa.
6 de julio de 1902 - Sarasate en su balcón con las autoridades pamplonesas
Sin duda alguna un cliente emblemático al que toda la ciudad de Pamplona admiró y seguirá admirando siempre. Prueba de ello es por ejemplo esta ruta de Pablo Sarasate que ha recogido y elaborado en su blog el Ayuntamiento de Pamplona y que podéis consultar en este enlace: http://goo.gl/B6lmua. Recomendamos a todos los turistas que disfruten del recorrido y que a su paso por el Gran Hotel La Perla no dejen de preguntar por Fernando Hualde para que les cuente todas las anécdotas, curiosidades y vivencias que conservamos de las estancias del violinista en la ciudad. Además, les invitaremos a asomarse al balcón de su habitación desde el que ofrecía conciertos como agradecimiento a la gente.
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