Reinaba el monarca Alfonso
XII en aquella España de 1881 cuando en la Plaza del Castillo, en Pamplona,
abría sus puertas un nuevo establecimiento hotelero. Era la Fonda La Perla,
poco después Hotel La Perla, y Gran Hotel La Perla en la actualidad.
Falleció aquel rey
en 1885, pero no sin antes visitar en Pamplona las instalaciones de aquella
primigenia Fonda La Perla, que entre otros servicios tuvo a bien servirle el
banquete al monarca cuando este vino a visitar las obras de construcción del
fuerte que llevó su nombre.
La fatalidad quiso
que la muerte del monarca le sorprendiese a su sucesor en plena niñez; ante
ello, y hasta que el nuevo Alfonso cumpliese la mayoría de edad, fue su madre
(segunda mujer de Alfonso XII) quien asumió la regencia bajo el título de reina
María Cristina. Y ella, la reina regente, nos visitó el 27 de septiembre
de 1887; esa tarde, y aunque ella estaba alojada en el Palacio de Diputación,
se acercó ella hasta la Fonda La Perla para expresar su agradecimiento por el
banquete que se le había servido, y por alojar en sus habitaciones a todo su
séquito.
Finalmente el chico
se hizo mozo, tuvo edad para reinar, y reinó bajo el nombre de Alfonso XIII.
Fue así cómo el 16 de agosto de 1902 visitó Pamplona por vez primera, lo hizo
acompañado de diversos ministros y autoridades militares, alojados todos ellos
en La Perla, con la excepción del monarca para quien estaba reservada la
estancia real del Palacio de Diputación. De sus comidas se ocupó el Hotel La
Perla.
Diez años después,
en el mes de julio de 1912, volvió Alfonso XIII para participar en los actos
del VII centenario de la batalla de las Navas de Tolosa. Nuevamente vemos al
Hotel La Perla ocupándose de su comida y de su séquito. Aquél 17 de julio el
rey se presentaba en el hotel para desayunar en su comedor y para agradecer
todos los servicios que se le habían prestado.
España proclamó en
1931 la II República, lo que obligó al rey a marchar al exilio con toda su
familia. Su sucesor en el trono debiera de haber sido su hijo
Juan de Borbón,
pero la historia buscó otro rumbo. En 1936 estalló una guerra civil que acabó
con el sistema republicano. Desde Francia vino Don Juan a incorporarse al
frente de batalla; el 31 de julio de 1936 pasaba la frontera clandestinamente
con una documentación falsa que le acreditaba como trabajador en Pamplona del
Hotel La Perla; un buzo del hotel vistiendo su cuerpo aún le daba más
verosimilitud a esa treta. Y en La Perla se alojó, y de aquí marchó al frente
hasta que fue retenido y devuelto a Francia.
A aquella guerra
finalizada en 1939, en contra de lo previsto, no le sucedió la reinstauración
de la monarquía. Durante cerca de cuatro décadas el general Franco ocupó la
jefatura del estado. Antes de su fallecimiento en 1975 se ocupó de preparar su
sucesión a través de la instauración de una monarquía parlamentaria. El
príncipe Juan Carlos, casado con Sofía de Grecia, hijo de D. Juan, a finales de
1975 era coronado como rey de España bajo el nombre de Juan Carlos I.
El 22 de septiembre
de 2008 los reyes Juan Carlos I y Sofía visitaban Pamplona. Ese día comieron en
el restaurante del Gran Hotel La Perla, y posteriormente descansaron unas horas
en la Suite Real, como no podía ser de otra manera. Fue así como,
caprichosamente, habían visitado La Perla las últimas cuatro generaciones de la
Casa Real Española, siendo a su vez atendidas por las cuatro generaciones de
propietarios de este hotel: Miguel Erro (Alfonso XII), Enrique Erro (Alfonso
XIII), Rafael Moreno E. (D. Juan de Borbón), y Rafael Moreno A. (Juan Carlos
I).
El 2 de junio de
2014 el rey Juan Carlos abdicaba de su puesto en el trono y en la jefatura del
estado dando así sucesión a su hijo Felipe, quien ha sido proclamado y coronado rey con el nombre de Felipe VI. Al Gran Hotel La
Perla, en esta historia paralela, solo le queda mostrar su esperanza de que el
nuevo rey siga encontrando en este hotel un lugar de acogida y una parcela de
su propia historia familiar.