En el Gran Hotel La Perla de Pamplona, la Navidad no solo es una época de celebración, sino también un momento para recordar y honrar nuestra rica historia. Cada año, nuestro tradicional nacimiento navideño se instala sobre un objeto que ha sido testigo de más de un siglo de acontecimientos: la antigua centralita telefónica que utilizaron los recepcionistas desde los primeros años del hotel, allá por 1881.
Los Inicios: Mucho Antes del Teléfono
Cuando el Hotel La Perla abrió sus puertas en 1881, el teléfono era aún un invento lejano para la mayoría. En aquel entonces, los viajeros no reservaban habitaciones por este medio, sino que se utilizaban alternativas como el telegrama, el telefonema o el correo postal. De hecho, en aquella época, los empleados de las fondas competían por atraer a los viajeros en las estaciones de tren, a menudo proclamando en voz alta el nombre de su establecimiento.
No sería hasta principios del siglo XX cuando el teléfono comenzó a formar parte del día a día en el hotel. Según los documentos de archivo, ya en 1912 o 1913 el Hotel La Perla contaba con su primer número de teléfono: el 145. Años después, en 1933, con una de las grandes reformas del hotel, el número pasó a ser el 1903, adaptándose a las necesidades de comunicación de la época.
La Centralita, un Símbolo de Historia
El teléfono y la centralita del Hotel La Perla no solo conectaron a huéspedes con sus seres queridos, sino que también jugaron un papel importante en momentos históricos. Por ejemplo, en julio de 1936, el General Franco telefoneó al General Mola al hotel, cuando este último organizaba la lista de tropas en la Plaza del Castillo.
Con el paso del tiempo, el sistema telefónico del hotel evolucionó, adaptándose a los avances tecnológicos y a las nuevas normativas. Desde aquellos primeros números de tres y cuatro dígitos, hasta los cambios de prefijos y la incorporación de una moderna centralita Alcatel en 1993, el hotel siempre estuvo a la vanguardia de las comunicaciones.
Una Tradición Viva
Hoy, esa histórica centralita se conserva como un símbolo del pasado, un objeto que guarda las memorias de miles de llamadas y que nos conecta con una época que, aunque parece lejana, sigue siendo parte de nuestra esencia.
Por eso, cada Navidad, convertimos la centralita en el escenario de nuestro nacimiento navideño, una forma de unir tradición, historia y espíritu festivo. No es solo un adorno, es un homenaje a las raíces del hotel y a todas las personas que han formado parte de su historia.
Si visitas Pamplona durante estas fiestas, no te pierdas la oportunidad de contemplar esta pequeña pieza de historia que, cada diciembre, cobra vida con el calor de la Navidad.
🌟 Gran Hotel La Perla: Donde la Historia y la Navidad se Encuentran 🌟