Casi 137 años de andadura, los que lleva este
hotel, dan para mucho; y en el terreno laboral quiere ello decir que por este
establecimiento han desfilado cientos de trabajadores y trabajadoras. Cada una
de estas personas ha aportado lo suyo en la vida del hotel.
Paulino en la parte superior de las escaletas junto al resto del equipo de hotel |
Ayer, 22 de enero, dijimos adiós a uno de esos
trabajadores emblemáticos, de los que tan honda huella dejaron con su paso. Se
nos fue ayer por la mañana, sin esperar siquiera a que amaneciese, Paulino Alfonso;
y lo hacía nada menos que a la edad de 100 años. Desde el 15 de mayo de 1945
hasta el 1 de agosto de 1982 lo vimos en su puesto de conserje en la recepción
del hotel atendiendo con verdadera profesionalidad a cuantas personas aquí se
hospedaban; toda una estampa clásica su imagen risueña detrás del mostrador
mirando por encima de las gafas. Le tocó a Paulino vivir una época con la
informática por descubrir; de contabilidad sin calculadora; de papel de calco y
máquina de escribir Underwood; de
centralita de teléfono con rueda giratoria y clavijas; de viajantes con
cubetas; de “beso y estrecho su mano”; de Manolete, Condes de París, Hemingway,
Paco Martínez Soria, Lola Flores y Real Madrid; de… Y lo dicho, siempre con
profesionalidad, con un saber estar dentro y fuera del hotel que era referencia
para quienes aprendimos de sus formas.
Gracias. ¡Muchas gracias!