Vale su peso en oro

Si algo tiene el hotel es que es plural en todos sus aspectos, y muy especialmente es plural en todos sus huéspedes. Y precisamente, dentro de esa rica pluralidad, nos encontramos con un huésped atípico, con todo un líder espiritual al que varios millones de personas en todo el mundo consideran el descendiente directo de Mahoma, el profeta, y en consecuencia su representante en la tierra. Es el Aga Khan; en concreto Aga Khan IV.

Si por algo se han caracterizado sus antecesores es en el hecho de que anualmente sus fieles les obsequiaban con una cantidad de oro equivalente a su peso; es decir, con una auténtica fortuna.


Panel decorativo de la habitación 002
El actual Aga Khan, el que se alojaba en el hotel, parece tener otro talante más aperturista, diferente, pero… por nuestra parte lo único que podemos decir de él, sin entrar en otras valoraciones, es que en los años sesenta del pasado siglo adquirió el hábito de venir todos los años a las fiestas de San Fermín, de alojarse con muy buen gusto por su parte en nuestras habitaciones, y de correr diariamente delante de los toros en el tramo de Estafeta. Hoy cuenta con la habitación personalizada 002.