Fotógrafo de profesión, Alfonso Iriarte Muñoz Seca, el biznieto de Pedro Muñoz Seca, ha querido acercarse al hotel para conocer la habitación 308 dedicada al escritor y autor teatral.
Aprovechamos la ocasión para compartir su historia, un resumen de su legado y su relación con el hotel.
Pedro Muñoz Seca (1879–1936) está conceptuado como escritor, pero sobre todo como uno de los grandes autores del teatro español. Su obra más célebre y conocida es La venganza de Don Mendo, que se estrenó en Madrid, en el Teatro de la Comedia, en 1918.
Con anterioridad, en 1904, estrenaba ya en el Teatro Lara de Madrid su primera obra teatral, El Contrabando. Y un año más tarde empezaba a trabajar en el Ministerio de Fomento.
A lo largo de la segunda década del siglo Pedro Muñoz Seca se consolida como autor, a la vez que crea e impulsa un nuevo género teatral denominado astracán, o astracanada.
Su producción teatral –realizada entre los años 1904 y 1936- alcanza las 135 obras. Valle-Inclán salió al paso de algunas críticas negativas que había oído sobre la obra literaria de Muñoz Seca con una lapidaria frase: Quítenle al teatro de Muñoz Seca el humor; desnúdenle de caricatura, arrebátenle su ingenio satírico y facilidad para la parodia, y seguirán ante un monumental autor de teatro.
Panel de la habitación 308 |
Poco antes de ser fusilado en Madrid durante la guerra civil española –le acusaron de monárquico-, estrenaba en Barcelona La tonta del rizo, que fue su última obra.
Durante las fiestas de San Fermín de 1927, alojado en La Perla, Pedro Muñoz Seca asistió en el Teatro Olimpia a la escenificación de su obra teatral “El Chanchullo”, y días después de “Poca cosa es un hombre”, a cargo de la Gran Compañía del Teatro Lara de Madrid. Se aloja nuevamente en el hotel el 11 de julio de 1932, en la habitación nº 30, saliendo al día siguiente. Exactamente un año más tarde en el pamplonés Teatro Olimpia se escenificaba en tres actos su comedia “El conflicto de Mercedes”.