Una de las muchas cosas que los hoteles de reciente creación se han quedado sin conocer han sido las etiquetas engomadas, identificativas del hotel, con las que los clientes marcaban sus viejas maletas, o aquellas viejas cubetas de cuero, o en otro tiempo los baúles. Es este un elemento que ya se ha perdido.
Corresponden a aquellas épocas en las que se viajaba con mucho equipaje, pues los viajes eran excesivamente largos; a aquellas épocas en las que se viajaba en ómnibus, o en ferrocarril, o...; aquellas épocas en las que el propietario quería garantizar que si su maleta se perdía se supiese de dónde venía y a donde iba; a aquellas épocas en las que los viajantes se desplazaban con enormes muestrarios comerciales. Nada queda de aquellas épocas, salvo el recuerdo de la gente mayor, y salvo las etiquetas, tan codiciadas hoy por muchos coleccionistas.