Un oasis en el centro de Pamplona

La web Tripadvisor recoge comentarios y opiniones de quienes han pasado por Pamplona y se han alojado en el Gran Hotel La Perla. Hoy nos gustaría compartir con vosotros este en el que un peregrino nos cuenta su experiencia con nosotros tras caminar durante 40 km, uno de tantos que deciden descansar y reponer fuerzas en el segundo hotel más antiguo de España y el único de 5 estrellas de Navarra. El trato que el personal del hotel ofrece a sus huéspedes, así como su ubicación en pleno corazón de la ciudad, en la Plaza del Castillo, son dos de los elementos más valorados. Con tradición jacobea desde el S.XIX, cuidamos cada detalle para que el peregrino encuentre en nuestra casa, su hogar y un lugar en el que disfrutar de la tranquilidad y el descanso que necesita. 

"After walking 40km of the El Camino de Santiago yesterday, I hobbled into the lobby of the magnificent Gran Hotel La Perla at 8.30am and was welcomed by Maria, the receptionist. Maria not only had a room available for me immediately (for which I'll be eternally grateful), but also arranged for a physiotherapist to treat me in my room later in the day and, well beyond the call of duty, took my bag of stinky washing to be laundered. 

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My room is spacious, luxuriously appointed, has a bath begging to be soaked in (with bath salts and exfoliating mit) and a room sized shower. I can wholeheartedly recommend this wonderful hotel to everyone, but particularly to fellow peregrinos who may need to spend a day (or two) to recover from illness or injuries incurred during their pilgrimage."

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"Después de caminar 40 km de El Camino de Santiago ayer, me dirigí cojeando al magnífico vestíbulo del Gran Hotel La Perla a las 8.30 am y me dio la bienvenida María, la recepcionista. María no sólo tenía una habitación disponible para mí inmediatamente (a lo que le estaré eternamente agradecido), sino que también consiguió a un fisioterapeuta para que me tratase en mi habitación más tarde y más allá de su deber, se llevó mi bolsa de equipaje de ropa sucia para llevarla a la lavandería.


Mi habitación era espaciosa, lujosamente equipada y tenía un baño para bañarse (con sales de baño y exfoliante) y una ducha del tamaño de una habitación. Sinceramente puedo recomendar este maravilloso hotel a todo el mundo, pero en particular a otros peregrinos que necesiten para pasar un día (o dos) para recuperarse de la enfermedad o lesiones sufridas durante su peregrinación."