Nos gustaría que conocieran cómo es una de las habitaciones históricas con orientación a la calle Chapitela y a la Plaza del Castillo. Cuenta con cinco balcones que aportan mucha luz natural y permiten asomarse a la vida de la ciudad de Pamplona. Esta concretamente es una habitación situada en la primera planta, la 107, dedicada a Resurrección Mª Azkue, personaje del que les contamos su historia después de la galería fotográfica.
Categoría de la habitación
"Histórica"
Ubicación
1º piso del hotel
Tamaño
40 metros cuadrados
Orientación
Balcones a la calle Chapitela y a la
Plaza del Castillo.
Nº balcones
5 balcones (4 balcones a la calle
Chapitela y 1 balcón a la Plaza del Castillo)
Nº camas y tamaño
1 cama de matrimonio de 200 cm de largo y 180 cm de ancho
El baño
WC, ducha y bañera, kit de
amenities
Prestaciones
Wi fi, insonorización (62 decibelios), TV de plasma, prensa diaria, detalle de bienvenida, carta de almohadas, cobertura de camas con servicio de aguas, albornoz royal, bata de piqué, zapatillas, caja fuerte, lámparas táctiles de lectura, escritorio, etc.
Personaje: Resurrección Mª Azkue
(1864-1951).
Sacerdote, escritor, publicista, literato, conferenciante, folclorista, músico,
y lingüista. Llegó a ser miembro numerario de la Real Academia de la Lengua
Española, y presidente de la Academia de la Lengua Vasca. Considerado como uno
de los “patriarcas” de la cultura euskaldún y, sobre todo, promotor de la
narrativa vasca a la que aportó, entre otras cosas, la creación en 1897 del
semanario “Euskalzale”. Autor de la primera gramática vasca, así como de
numerosos trabajos de investigación sobre esta lengua, destacando de forma
especial su labor de recuperación de canciones.
A lo largo de su
vida Azkue trabajó intensamente para conseguir que el euskera fuese una lengua
escrita y leída. Sus biógrafos destacan de él que, si se dedicó a la narrativa,
lo hizo más “por ampliar la pequeña biblioteca vasca, para que el euskera pueda
contar con lectores, al igual que las otras lenguas”, que por satisfacer su
anhelo de contar historias.
En el terreno de
la tradición oral, en el que Azkue fue considerado como uno de los grandes
recopiladores de la sabiduría popular, este sacerdote vizcaíno nos legó dos
magnas obras en las que quedó recogido el trabajo de toda una vida: el
Cancionero popular, y Euskalerriaren Yakintza (Literatura popular del País
Vasco).
Tanto la música
como el sacerdocio estuvieron presentes siempre en todas las facetas de su
vida.
El padre
Resurrección Mª Azkue se alojó en el Hotel La Perla, al menos, el 27 de mayo de
1936, cuando contaba con 70 años de edad, en donde pernoctó dos noches, y
también el 24 de junio de 1950, con 86 años, en la habitación 75. En esta
última ocasión acudió a Pamplona en calidad de presidente de la Real Academia
de la Lengua Vasca, para presidir esa tarde la sesión de esta institución en el
Salón del Consejo Foral, bajo el Patronato de la Diputación Foral y con la
colaboración de la Institución Príncipe de Viana, en la que se nombra
“Académico de Número” a Manuel Lecuona. La prensa provincial se hacía eco de la
presencia en Pamplona del “doctísimo e infatigable” Resurrección Mª Azkue,
“cuya actividad no rinden los años”.