El
año 1900 en Pamplona para Sarasate fue un poco especial. Alguien insinuó en un
periódico local que don Pablo venía a Pamplona a regar su amor propio. Este
comentario provocó en el afamado violinista un profundo disgusto, que hizo que
ese año llegase a la ciudad sin avisar, evitando así el multitudinario
recibimiento con el que se le obsequiaba siempre.
Quienes
sí reaccionaron ante ese comentario periodístico fueron sus paisanos que,
además de acudir en masa, ¡por miles!, ante el Hotel La Perla para aclamarle en
cuanto se enteraron que había llegado, lucieron en los días previos sobre sus
solapas una pequeña foto de Pablo Sarasate mostrando de esta forma su cariño
hacia él.
Y
para que nada faltase, el Orfeón Pamplonés echó la casa por la ventana, y para
calentar los ánimos de apoyo a don Pablo tuvo a bien editar una revista
monográfica sobre él. “Número único –
Julio de 1900” rezaba la mancheta de su interior. Aquella revista, de 34
páginas más portada y contraportada, se vendió a 30 céntimos el ejemplar. El
título de la revista, como no podía ser de otra manera, era “Sarasate”.
Pues
bien, cuando ya han pasado más de ciento diecisiete años de aquello, en nuestro
pequeño museo que dedicado a don Pablo tenemos en su habitación del Gran Hotel
La Perla, desde hoy ha quedado incorporado un ejemplar de esta revista, de la
revista “Sarasate”. Así pues, en la vitrina en la que está, podemos ya decir
que probablemente quedan expuestos la totalidad de libros y folletos que se han
editado sobre el violinista Pablo Sarasate. A este extraordinario material hay
que añadir alguna fotografía, cromo, tarjeta postal, sello postal, prospecto,
tarjeta comercial, caja de cerillas, botella de licor, etc., incluso algún
objeto personal de él, dedicado todo ello a nuestro huésped más entrañable. La
Perla tiene en la habitación de Sarasate un homenaje permanente hacia su
figura, revalorizado desde hoy con un ejemplar de “Sarasate”.

