La Pamplonesa, como cada año, fue la encargada de abrir paso a la Cabalgata de sus Majestades los Reyes Magos de Oriente. Estandartes y cornetas, caballistas y tambores amenizaban la noche más emocionante del año, la del 5 de enero. No podía faltar la carroza con los carteros reales que transportaban las ilusiones de miles de niños, así como los dromedarios, magos y una fábrica desbordante de juguetes. Melchor, Gaspar y Baltasar saludaban entre vítores a todos los que acudieron a la Plaza del Castillo a verles. Y una vez más, no se olvidaron de nosotros. Siempre miran hacia nuestros balcones y nos saludan con especial cariño. Esperaremos impacientes para volver a ser testigos de la noche más mágica y especial del año.