El pasado jueves, teóricamente, por ser el jueves posterior a la octava de Pentecostés, hubiera sido uno de esos tres jueves que hay en el año que relucen más que el sol, sin embargo la festividad del Corpus Christie, desde hace unos años, ha quedado trasladada en la mayor parte de España al domingo siguiente.
Así pues las calles del casco antiguo de la ciudad de Pamplona, como lo vienen haciendo desde 1265, revivirán en la mañana de hoy esta antigua tradición religiosa. Juncos por las calles, colgaduras en ventanas y balcones, pétalos de rosas, olor a incienso, plegarias y cánticos “al Amor de los amores”, cruces parroquiales de las parroquias de la vieja Iruña, pueblo, clero, custodia bajo palio… serán hoy algunos de los aditivos de esta comitiva religiosa. Devoción y solemnidad se van a dar la mano esta mañana ante el paso del Santísimo.
El Gran Hotel La Perla, por su situación privilegiada, viene siendo testigo desde hace trece décadas del paso de la procesión. De nuevo lo hará hoy, y lo hará poniendo majestuosidad con su alzado en esta estampa de la Pamplona de siempre.
