La Perla es un hotel, en el mismo
centro de Pamplona. La Perla es también historia, la historia de una
empresa, e historia viva de la ciudad.
Sobre este hotel se ha escrito
mucho, se ha hecho un esfuerzo importante por rescatar su memoria, por
darla a conocer, por ponerla en valor. Ciertamente se ha conseguido que
sea un establecimiento con una fama, un prestigio y un peso histórico
realmente considerable.
La reapertura del hotel en junio
de 2007 tras dos años de reforma total se tradujo en la puesta en
marcha de un establecimiento hotelero que hizo una apuesta fuerte por su
propia historia y por su propio patrimonio. El lujo, el confort, la
calidad, el buen servicio..., eran conceptos que se daban por hecho. La
historia, igual que pasa con su ubicación, era realmente su hecho
diferencial; ningún otro hotel de la ciudad ni de un amplio entorno
atesora un patrimonio material e inmaterial como el que tiene La Perla, y
esto es realmente lo que le diferencia de todos los demás hoteles. El
lujo, el confort, la calidad, son cosas que se pueden conseguir a base
de dinero; la historia, sin embargo, no se puede comprar.
Son tres siglos los que ha conocido hasta ahora, lo que le convierte en uno de los pocos hoteles que en España han tenido ese privilegio. Nació cuando los coches eran tirados a caballos, cuando las velas eran las que iluminaban los aposentos, cuando la ropa se lavaba en el río, cuando los desayunos se servían después de haber ordeñado a las vacas en la planta baja de la fonda, o cuando las aguadoras tenían que traer diariamente el agua sobre sus cabezas desde la fuente que había en el centro de la plaza.
Historia bonita y atractiva, en la que se entremezclan toreros, músicos, políticos, deportistas, reyes, actores, escritores, escultores y todo tipo de personajes. Todos han puesto su grano de arena, todos han aportado lo suyo para que hoy podamos escribir el nombre del hotel con letras de oro.
Fernando Hualde
(Recepcionista - historiador del Gran Hotel La Perla)