Alfonso XII


El rey Alfonso XII, que ya el día 7 de agosto de 1884 había visitado en las inmediaciones de Pamplona las obras del Fuerte que llevaba su nombre, y había sido allí atendido por el personal de La Perla, llegó a la ciudad por la mañana del 12 de agosto de aquél lejano año de 1884. Del almuerzo que se le sirvió en la Casa Consistorial, como de la comida y de la cena que se le sirvió en el Palacio de la Diputación, nuevamente se encargó la Fonda La Perla.

Fuente: Historia España
Ese mismo día, por la tarde en el coso pamplonés se celebró una corrida de toros en su honor, con la participación del mítico diestro Rafael Molina “Lagartijo”, que mató los seis   toros, quien estuvo hospedado en La Perla.

Con anterioridad a esta visita se tiene constancia, tal y como era costumbre en la ciudad, que la Fonda La Perla solía engalanar sus fachadas cada 23 de enero con motivo del santo del monarca.

Un hecho curioso es que el rey Alfonso XII tenía la costumbre de veranear unas semanas en el Balneario de Betelu, en Betelu (Navarra), regentado en ese tiempo por la Fonda La Perla; es decir, Miguel Erro, fundador y propietario de La Perla, era quien atendía al monarca cuando este pasaba parte del mes de agosto en Betelu. 


Precisamente la muerte de Miguel Erro el 31 de julio de 1885 en este balneario aquejado de cólera, sirvió para conocer que a Betelu había llegado la epidemia, suspendiéndose la visita de Alfonso XII al balneario, prevista para el día siguiente de la muerte de Miguel Erro. Algún periódico de la época llegó a interpretar que el propietario de La Perla, con su muerte, había salvado la vida del rey. Se desconocía en ese momento que a Alfonso XII le quedaban menos de dos meses de vida.