La Reina Mª Cristina


Tras el fallecimiento en 1885 del rey Alfonso XII, y teniendo en cuenta que su sucesor, el futuro rey e hijo póstumo Alfonso XIII, todavía era menor de edad, la corona española recayó sobre su segunda esposa, Mª Cristina, que ejerció de Reina Regente.

Foto: Historia
La reina Mª Cristina visitó Pamplona el 27 de septiembre de 1887, alojándose en la suite real que expresamente para ella se preparó en el Palacio de Diputación. Seis días antes, el 21 de septiembre, vinieron a Pamplona desde Madrid un amplio equipo de personas que formaban parte de su servidumbre; se alojaron en la Fonda La Perla, en cuyas cocinas montaron todo el dispositivo que necesitaban para la estancia de la Regente. Así pues, entre La Perla y la Casa Real se ocuparon de todo el tema gastronómico. Era este un binomio que no era nuevo.

Durante la tarde de aquella jornada la reina Mª Cristina salió a pasear por las calles y plazas de la ciudad en un coche de caballos. Entre las paradas que hicieron estaba la que hizo a la Fonda La Perla para visitar y agradecer la labor del equipo de cocina.

Se da la circunstancia de que en la parte alta de la calle Chapitela, junto a La Perla, se había erigido uno de los arcos ornamentales que daban la bienvenida en la ciudad a la reina. Y en la misma esquina de la fonda el Ayuntamiento tenía colocado un cartel, hecho en la imprenta de J. Lorda, en el que bajo el gran titular de “Pamploneses” se exhortaba a los vecinos a recibir a la “augusta Señora que rige nuestra Monarquía” con el tradicional respeto y hospitalidad que en estas ocasiones caracterizaban a los pamploneses.